viernes, junio 15, 2007


En el jardín.


Salí a caminar un rato, pasear mientras dura la brisa de la mañana. Pasaba frente a la casa de Ray y lo vi arrancando las hierbas de la jardinera, como a los diez minutos se dio cuenta que ahí estaba yo parado junto a la reja, no escuchaba nada conectado a sus audifonos. Me dijo que había puesto nuevas plantas, con nombre de algo africanis. Las flores parecían margaritas de diferentes colores, muy intensos (muy saturados en lengua digital) naranjas y ocres, también había amarillas incluso blancas, circundando a la corola una franja negra en la base de los pétalos.

Bonitas plantas -le dije, arrancando algo que parecía pasto.

Esas no -exclamo alarmado. Esta es una nueva planta, están germinando de las semillas que produce la flor, por eso estoy arrancando el pasto, así no tienen que competir tanto y al fin de esta temporada la jardinera sólo tendrá de estas flores. Como ves crecen en ramos si se juntan varios el sol ya no toca a la tierra y entonces las hierbas ya no tienen chance, aunque el pasto es muy peleonero y parece que hay una variedad para cada situación. pero sin las caricias del sol casi nada puede vivir.

¿Y cómo sabes cual es pasto y cual no? Así de chiquitas se ven iguales.

Si te fijas puedes ver las diferencias -contestó. Pero si las escuchas no te equivocas.

Mientras hablaba movía la tierra con un rastrillo pequeño y encontraba más hierbas.

¿Y tu las escuchas?

¡Claro!, todo lo que tienes que hacer es sintonizarte, en tu mente les dices lo que vas a hacer y ellas te ayudan. ¿Cuando paso el rastrillo por la tierra que desprendí y que se supone ya no tiene hierbas tu ves las hierbas que se han quedado?

No tan rápido como tú -respondí

Es que yo les pregunto y las plantas no saben mentir.

miércoles, mayo 30, 2007

¿Chávez o una dictadura a la mexicana?

Cuando me enteré que en Venezuela cerraron una cadena de televisión porque el presidente de ese país se sintió atacado, sentí tristeza. Recuerdo cuando era adolescente y nuestro presidente era Luis Echeverria Alvarez (LEA), antes de él no había sentido la influencia del gobierno en el bienestar de mi familia, invento un nuevo impuesto. El impuesto de lujo al 10%, debemos de recordar que este presidente era socialista, según él y por eso castigó a los ricos con este impuesto, con él apareció la inflación, fenómeno nuevo para la sociedad de ese tiempo. Consiste en imprimir mas billetes que el valor que los respalda. Por ejemplo tienes un valor de 100 pesos e imprimes dos billetes de a cien y como no es magia resulta que cada billete ahora vale sólo 50 pesos o se infló. El señor era un genio para quitarle al pueblo su dinero sin reducir sueldos o inventar más impuestos. También apareció con el otro fenómenos el terrorismo, la famosa liga del 23 de septiembre hubo secuestros, etc. Generó un clima de miedo y autoritarismo, que se disipó tan pronto dejó el poder. claro que no olvido el 2 de octubre o el jueves de corpus. Díme si el tipo no era diabólico. A todos los lideres de estudiantes que no había matado los metieron a la cárcel, cuando LEA llegó a la presidencia lo primero que hizo fue otorgar a los lideres sobrevivientes una amnistía y los soltó, los muchachos eran unos revoltosos y se volvieron a juntar en la escuela normal ahí los agarró encerrados, dicen que usó camiones de basura llenos de granaderos (halcones) con los que rodeo la normal y casi acabo con ellos, otros lideres terminaron en alguna secretaría, periódico o con alguna chamba.
La razón por la que traigo su nefasta historia aquí es por que él también como presidente se sintió atacado por un periódico, pero él no se ensució las manos y mucho menos lo cerró. Si no sabes de que periódico hablo, se trata de el excelsior dirigido por Julio Scherer. El simplemente consiguió quien hiciera un mitote para que la justicia a la mexicana pudiera intervenir.
Pero pensándolo bien tal vez ésta dictadura funciona porque somos mexicanos, si no ¿porque no la adoptan otros países y se dejan de dictadores mesiánicos.?

No estoy de acuerdo con lo que dices pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo.
Voltaire

lunes, abril 23, 2007

El Alacrán

Me metí bajo el agua de la regadera, tomé la esponja, la estaba enjabonando cuando vi que algo corría por el piso, un alacrán. en esta tierra de Dios y la virgen la picadura de alacrán no es mortal. Mientras me apartaba de sus posibles trayectorias generé un proyectil de espuma de jabón y que doy en el blanco, veo como la pobre víctima de mis fobias levanta sus pinzas moviéndolas en todas direcciones buscando un posible asidero, a su vez la cola curvada gira y se inclina en una inmensidad de espuma.(Bueno, desde la perspectiva del alacrán). Sólo eso pinzas y cola en la espuma.

Abrí el agua para enjuagarme cuando unas gotas alcanzaron al animalito que descansaba de sus angustias en un rincón. Comenzó su actividad de nuevo pero al faltarle el oxigeno sus movimientos eran más lentos e inciertos, lo empujé hacía una mancha de jabón que restaba en el piso, la pobre criatura al sentir la espuma otra vez comenzó a atacar el piso, con una desesperación tal, que al picar se empujaba hacia atrás, entonces fue cuando se picó en la cabeza. Me extraño que tardara tanto en morir, las cucarachas antes de 10 minutos ya están muertas.


La fabula del alacrán y el sapo.

Estaba el sapo muy a gusto asoleandose, cuando pasa un alacrán. -Buenos días hermano sapo. te puedo pedir un favor?
Buenos días hermano alacrán,¿que es lo que quieres?
Sabes que mi hermana se casa el sábado y quiero ir a verla. Necesito que me lleves en la espalda al otro lado del arroyo.
Preocupado el sapo respondió. -pero hermano alacrán, tu me conoces sabes que me da miedo tu aguijón ¿que tal si a la mitad del arroyo me picas y nos ahogamos?
¿Tu crees que te voy a picar? sería suicidio, contestó el alacrán.
Como todos sabemos los sapos no se distinguen por su capacidad argumentativa y el sapo aceptó a regañadientes, Se bajó de su hoja y ayudo al alacrán a que se subiera en su espalda. El sapito comenzó a nadar sin que pasara nada, pero cuando ya habían cruzado la mitad del arroyo el sapo siente en la nuca el dolor de la lanceta -Pero, hermano alacrán tu prometiste. Murmura en su desconcierto.
¿Y que esperabas? Ésta es mi naturaleza le dijo el alacrán mientras se hundían.